Hoy en día nuestro ritmo de vida, unido al sedentarismo, a una dieta poco saludable, plazos imposibles, y otras muchas circunstancias, producen una disminución en nuestra calidad de vida o incluso un empeoramiento en nuestro estado de salud.
Como consecuencia los niveles de productividad descienden, la capacidad creativa y resolutiva también, y las bajas por dolores tales como cervicalgias, lumbalgias, problemas digestivos, migrañas, y un largo etcétera, son más comunes de lo que todos, empleado y empleador, desean.
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